TU NIÑX INTERIOR

Esa parte de la que tanto se habla en las meditaciones, no es más que esa parte de ti que quedó atrás en la infancia pero que no desapareció sino que anidó en lo más profundo de tu ser. Si es@ niñ@ interior está feliz, sano y fuerte, lo más probable es que estés viviendo tu vida plenamente consciente. Si no es así, sucede lo contrario. Es una sensación de tropezar siempre con la misma piedra, de no entender, de viajar a la deriva sin rumbo fijo porque nos es imposible fijarlo.

Todo sería más sencillo si en algún momento nos parásemos a meditar y encontrarlo o verlo. Nos sorprendería la mucha información que podría darnos para entender nuestro presente y conocernos mejor. Nos ayudaría a tomar las riendas de nuestra vida, a saber hacia dónde vamos, porque sentimos de la manera que lo hacemos.

Al final las cosas son como nos las explicamos y nos las explicamos como las sentimos y las sentimos como las sentía ese niño o esa niña que de bien pequeñ@ aprendió según sus vivencias y lo que le enseñaron en su entorno. Cada persona tiene su propia historia personal; la historia que se cuenta y la que se siente. Anida en nuestro interior como una semilla que florece y nos ayuda a vivir una vida plena o como una que se enquista y nos produce malestar.

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