SUPERANDO LA ANSIEDAD

Hola a todos y todas que estáis sufriendo ansiedad, ya sea en primera persona o como acompañante de una persona que la sufre. Hoy me gustaría explicaros un poco lo que sentimos cuando estamos en plena crisis, cuando los miedos nos paralizan.

No quiero explicaros los síntomas que aparecen en todos los libros como palpitaciones, sudoración, etc. Lo que quiero es haceros llegar toda la vorágine emocional que sentimos, la lucha interna que libramos y que nos agota.

Hace muy poco sufrí una de esas crisis grandes que te producen pánico, parálisis, síntomas estomacales, terror y todo por una situación que en un principio era agradable. Tenía que «enfrentarme» a mis miedos más profundos sabiendo que iba a un lugar al que deseaba ir y con la mejor compañía que podría esperar.

Es curioso como algo lúdico, agradable y deseado se transforma en mi mente en algo terrorífico. Y sí, era en mi mente, porque logré que en el momento en el que estaba allí disfrutara y me olvidara de todo ese gran problema llamado Ansiedad.

Lo que pasó en las horas previas por mi cabeza fue anticipación de necesitar salir de allí, de ahogarme, de sentir que iba a darme una crisis y que nadie me podría ayudar, porque la solución de respirar no me parecía una solución. Y es que en la ansiedad la solución depende de uno mismo y cuando estás aterrado el dominio sobre tí mismo desaparece casi por completo. Lloraba tras estar horas queriendo llorar o hacer algo que me destensionara. A la vez me temblaba todo el cuerpo. Y sobretodo sentía vergüenza por comportarme y sentirme como una niña pequeña a mis 40 años. Se pasa muy mal, te sientes muy mal y te avergüenza reconocer lo que te pasa.

Pero aquella noche tras pasarlo tan mal previamente, y tan bien durante la velada, me quedé con la sensación de esa niña que ha cumplido su deseo y lo ha disfrutado. Esa sensación de haber vivido algo mágico y especial. Y estoy segura que para mis acompañantes fue ir a cenar y pasar un buen rato, pero sin esa sensación mágica que me quedó a mí.

Nos sentimos muy mal, nos sentimos a la vez ridículos, indefensos, inseguros y todos los in- que puedas imaginar. Y es que tenemos que aprender a quitar esos prefijos negativos con los que nos identificamos tanto. Intranquilos, inseguros, incompetentes, insignificantes, ineptos… Poco a poco y con constancia nuestro mundo emocional y nuestra mente con él, se irá volviendo positivo. Lograremos cambiar eso y a partir de ahí iremos dando pasitos.

La ansiedad se cura, la ansiedad patológica se cura, y el primer paso es querer hacerlo porque un gran porcentaje depende de nosotros. Así que primero cuida tu autoestima, quiérete y confía en tí. Lo vas a lograr. Vas a poder superarlo y salir reforzad@. Somos muchos que hemos estado ahí o lo seguimos estando y nos podemos ayudar. Solo tenemos que comunicarnos.

Artículos recomendados

2 comentarios

  1. Hola Sandra creo que nos conocemos ,ibamos juntas al cole y me he quedado perpleja al leer tu relato porque yo estoy en la misma situacion que tu. Iba leyendo y era como describirme a mi misma. Dentro de la desgracia que es esta enfermedad me alegra saber que no soy la unica,ni un bicho raro y que con fuerza y fe una puede curarse. Espero tener noticias tuyas pronto. Un abrazo

    1. Hola Carol, perdona por tardar casi un mes en contestar por aquí. Suerte que nos hemos podido poner en contacto por otras vías. Me alegro de reencontrarme contigo. Te puedo asegurar que no somos las únicas y que ojalá la gente pudiese saber más de esta enfermedad, estado o como queramos llamarlo, porque solo los que pasamos por ellos podemos entender la magnitud del problema. Ojalá podamos ayudarnos entre tod@s y encontrar la manera de encontrar una solución.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

TERAPIA PARA EL CAMBIO