En estos últimos meses nos hemos ido acostumbrando a seguir una serie de protocolos que han ido cambiando a menudo. Al principio el impacto nos hacía seguir las órdenes casi sin pensar. Pasado un tiempo empezamos a ver incongruencias entre lo que se sabía y los protocolos. Entonces éstos empezaron a cambiar más a menudo, dejando nuestra faceta de planificación y reflexión en segundo plano: no podías planificar nada pues te cambiaban las normas y se te truncaban los planes con la consecuente frustración.
Así pues, hemos ido dejando de cuestionar las cosas pues veíamos que no nos llevaba a nada hacerlo: había que seguir unas normas tuviesen sentido o no. En psicología hay un término que define muy bien esto: la indefensión aprendida. Aprendes a que hagas lo que hagas no sirve de nada y empiezas a dejar de luchar por tus creencias, por tus sueños.
Cuando una persona aprende que no importa lo que haga o piense, pues no va a lograr nunca nada, esta persona se vuelve manipulable. Pasamos a ser marionetas.
Por otra parte nos hemos vuelto monotema, no hablamos de otra cosa y nos limitamos a repetir el mismo discurso continuamente con diferentes personas.
También se ha creado una especie de separación social entre dos bandos que jamás lograrán llegar a un acuerdo, por lo que se llega a una división social importante y dicotómica y extremista. Desaparecen los grises, las cosas son blancas o negras. Por lo tanto no hay debate posible y si queremos evitar enfrentamientos dejamos de hablar del tema (lo cual es difícil) o dejamos de relacionarnos con determinadas personas. Amigos de toda la vida y familiares se distancian. Estamos en una especie de juego de los poderosos en el que se han estado haciendo diversos ensayos antes de pasar a la gran partida. Nosotros, la población general, somos una especie de peones de ajedrez que van moviendo a su antojo. Recuerda que nos hemos convertido en sus marionetas. Solo los jugadores (los poderosos) que mueven las fichas (nosotros) conocen el objetivo de la partida.
Intenta no perder tu capacidad de pensar, de comparar información, de buscar el sentido de la vida, de las cosas.
Intenta luchar por tus ideales y no los que otros te inculquen.
Intenta escuchar al otro y respetar su opinión. Nunca menosprecies las ideas de los demás.
Intenta, si tienes hijxs, que estxs sean capaces de pensar y comparar información. Edúcales a ser seres con identidad propia y felices, no marionetas de nadie.
Cada persona en el mundo podemos poner nuestro pequeño granito de arena para mejorar la sociedad. Recordemos la premisa: «Divide y vencerás». Eso es lo que están haciendo con nosotros. No dejes que te aparten de los demás. Respeta sus opiniones diferentes a las tuyas y no menosprecies. Respeta. Piensa. Educa con valores.
Buena reflexión 👏
Gracias