LUZ U OSCURIDAD

Un día me sentía abatida, llevaba una temporada sintiéndome débil emocionalmente hablando. Estaba triste, no tenía ganas de hacer nada y parecía que nada tenía sentido. Por mucho que viese las cosas buenas que tenía, era como si emocionalmente fuese incapaz de conectar con ellas. Solamente conectaba con lo negativo, con las emociones de baja frecuencia como la tristeza, angustia, rabia, ira. Pasaban cosas buenas, claro que sí, pero la desconexión emocional hacía que no quedasen registradas en mi mente y cuerpo con la misma fuerza que las cosas malas.

Me di cuenta que sentirme bien o mal no dependía de lo que sucediese a mi alrededor sino en mi interior. El pensamiento positivo sobre mí y sobre lo que me sucede o sucede a mi alrededor es mi responsabilidad. Me hago responsable de mi pensamiento. Y deseo que éste sea positivo. Esto depende de mí y de nadie más. Lo que haga con mi mente lo decido yo, lo que piense de las cosas lo decido yo, y la visión de mi mundo también la decido yo.

Puede suceder que una amiga te vea por la calle y no te salude. El pensamiento que puedes tener de esto puede ser:

a) no le caigo bien; que habré hecho que le ha molestado

b) no le caigo bien; es asunto suyo y si quiere hablarlo conmigo que me lo diga

c) tal vez no me ha visto, iría pensando en sus cosas

d) no me ha visto, algo malo le sucede, estoy segur@

e) he hecho mal, tendría que haber ido a saludarle yo

f) no me ha saludado pero yo tampoco la he saludado a ella

etc etc

Como puedes ver, un mismo hecho lo puedes interpretar de múltiples maneras y esa interpretación también hará que te sientas de una manera u otra. Es por ello por lo que insisto en la importancia del pensamiento positivo porque influirá en cómo te sientes y en cómo vives tu vida. Los hechos probablemente sean los mismos pero la manera de afrontarlos será muy diferente.

El libro que escribas de tu vida será una comedia, una novela de terror, una romántica o un drama. De tí depende, de cómo decidas vivir la vida y pensarla. Al principio del cambio el esfuerzo será mayor pero con el tiempo se creará el hábito y ya todo ese pensamiento positivo serán automáticos.

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4 comentarios

  1. Yo logre tener el pensamiento positivo a los 54 años y fue cuando comence a ser feliz de verdad.

    1. Enhorabuena!!! Lo has logrado y me alegra que lo hayas querido compartir aquí con tod@s. Es muy importante centrarnos en nuestros pensamientos pero no en los negativos. Lo que comentas es un claro ejemplo de que es así. Gracias, gracias, gracias.

  2. Bon escrit! M’ encanta!

    1. Moltes gracies, no saps lo feliç que em vaig sentir al llegir el teu e-mail.

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