Seguramente muchos vivamos o lo hemos hecho encadenados a unas ideas. Y es que muchas angustias, a pesar de provenir de vivencias pasadas, eclosionan en un momento dado y crean una especie de caos. Este desorden mental nos lleva a reorganizar lo antes posible todo para poder seguir viviendo. Y es en esta reorganización adaptativa cuando sucede el problema.
Para poner un ejemplo comprensible es como cuando acabas de llegar con la compra, no has hecho las camas ni limpiado los baños y justo en ese momento te llama a la puerta alguien a quien quieres impresionar y rápidamente colocas todo de cualquier manera dentro del primer espacio que encuentras. Luego todo está desorganizado y necesitas un tiempo para ordenarlo y resituar todo de nuevo. Pero ese momento no llega y vas haciendo sobre la marcha. Vas funcionando pero sabes que las cosas no están bien. Incluso llega un momento que si todo esto se alarga, tienes la sensación de que siempre ha estado así. Es como si no recordases que eso fue un «apaño» que te sirvió para algo pero que era temporal.
Reorganizar las ideas y en especial las que tenemos sobre nosotros mismos es el primer paso. Aceptarnos, querernos y ser conscientes que la etapa mental que estamos viviendo es temporal, es fruto de unas circunstancias y que todo sucedió por actuar de manera adaptativa en un momento concreto.
Ahora, persona que sufres, que estás triste, que vives con miedo, que sientes pánico, inseguridad y un largo etcétera te aconseje que hagas un reset. Empieza con visualizaciones positivas diarias antes de dormirte. El siguiente paso aún será más fácil, pues tu mente habrá cambiado. Las estancias donde has de recolocar todo lo que dejaste de cualquier manera ahora son más grandes, más ordenadas y todo lo puedes colocar mejor. Pero antes de seguir, empieza con las visualizaciones.
Cuéntame cómo te va, que efectos notas, como te sientes.