INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS

A través del sueño vivimos un proceso de sanación emocional de lo que hemos ido viviendo. El sueño es una especie de obra de teatro con un mensaje, en la que cada personaje contiene múltiples características de los diferentes aspectos vividos que nuestro inconsciente trabajará.

Supongo que todos habéis vivido algo que a mí me pasa a menudo, al menos soy consciente cuando recuerdo el sueño. Y es que la emoción con la que inicio un día está muy relacionado con lo que he soñado y lo que he sentido durante el sueño.

Por ejemplo, hoy sin hacer nada especial porque no he salido de casa dedicándome a cocinar, limpiar, leer y ordenar, he sentido alegría y ganas de transgredir normas, de ser yo misma. Es curioso porque ser ama de casa no es ni mucho menos algo que me entusiasmara nunca ni que me hiciese sentir realizada. Pero hoy he soñado con momentos de mi adolescencia en los que era yo misma sin importarme lo que dijeran o pensaran de mí. En el sueño hacía cosas diferentes y raras, tan raras como esas cosas ilógicas que solo vemos así al despertar. En el sueño se integran como lo más normal del mundo pero cuando despiertas y lo intentas explicar te das cuenta del sinsentido de todo. Pues bien, no sé si has visto la saga Divergente, pero te la recomiendo. En estas películas la gente está clasificada en 5 facciones: cordialidad, erudición, verdad, abnegación y osadía. Los que me conocen, a fecha de hoy, me situarían en cualquiera de estas facciones excepto en Osadía. Pues bien, en mi sueño estaba claramente en esta facción, y me sentía conectada con mi Yo, conmigo misma, feliz, completa, total. Pues bien, mi día de hoy de ama de casa estaba emocionalmente cargado por esta osadía del sueño. Así pues estas tareas cotidianas no han sido para nada rutinarias ni agobiantes. ¿me he sentido osada limpiando, cocinando o leyendo? sí. ¿Y como puede ser esto? porque mi mundo interno ha estado trabajando mientras dormía, ha estado sanando emociones, ha estado sanándome a mí.

Interpretar los sueños es algo que me hace disfrutar en terapia. No sigo ningún manual, sigo el corazón, la intuición y el conocimiento propio de la persona que ha tenido el sueño. Para cada persona es diferente el simbolismo de un gato, un coche, hacer pipí, correr, volar, etc. Y con ese propio simbolismo individual es con lo que trabajamos y obtenemos una información valiosa una vez despiertos. Es una pasión personal, algo que a veces hago con mis hijos o mi marido; una especie de juego que me ayuda a entenderlos y a hablar con ellos de sus sentimientos y vivencias.

 

 

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