Categoría - Uncategorized

El proceso de duelo es un camino que iniciamos en soledad porque nadie más que nosotros lo transita de la misma manera. A nuestro alrededor se cierne la nada, el abismo y algo que no sabemos definir, que no logramos categorizar. Nos sentimos caminando por un gran vacío y hacia un lugar desconocido; un lugar donde la persona fallecida no estará muy a nuestro pesar.
Por el camino se nos acercarán personas que no siempre nos ayudarán y no porque no quieran sino porque no pueden. ¿Cómo ayudar a quien lo único que desea es que esa persona vuelva a la vida?
Te acompaño en el camino, en tu camino y estoy ahí para cuando desees ser escuchado o escuchada. Estoy ahí para darte respuestas cuando necesites preguntar. Cuando necesites hablar sin sentirte juzgado o juzgada. Si necesitas llorar sin interrupciones, abrir tu corazón aunque lo que digas parezcan locuras; ahí estaré yo. En eso consiste el acompañamiento en el duelo, en dar el apoyo necesario, en ser ese bastón que necesitas para mantenerte en pie y poder proseguir ese camino.
Creas o no en la reencarnación, cuando vives un proceso de duelo te planteas muchas cosas sobre la vida y la muerte y sobre el alma. Necesitas saber dónde está el ser fallecido. Has de ubicarlo en alguna parte. A menudo a los niños se les hace buscar una estrella y se les dice que ese es su abuelito o abuelita o la persona fallecida, que ahora está en el cielo cuidándonos. Pero para los adultos esa explicación no es válida. ¿Porque se ha ido al cielo a cuidarnos si nos podía cuidar desde aquí?
Muchas personas sienten cosquilleo, oyen ruidos o perciben una serie de cosas «extrañas» y dicen que quieren pensar que son sus seres queridos pero a la vez sienten que se están volviendo locos o que la gente lo puede pensar. Es por eso por lo que mucha gente opta por no explicarlo o hacerlo en momentos puntuales.
Se suele buscar información sobre todos estos fenómenos por internet. Llegamos a tantísima información que es como tirar de un hilo de una tela inmensa. No acabamos nunca y una cosa nos lleva a la otra y nos cuestionamos todo. Muchas cosas tienen sentido pero otras nos confunden más. Nos gustaría que alguien nos explicara de que va todo esto, que nos ayude a entender. Por mi experiencia, te diría que es muy difícil que una sola persona pueda aclararnos todo. Es como si a las personas perceptivas se les diese informaciones limitadas porque en cierta manera solo podemos entender una parte de todo el más allá. Aquí en la Tierra cada persona tenemos unas características propias y personalidad y creo que la información que recibimos de eso que no vemos es en función de como somos. Es por eso por lo que para entender todo deberíamos ir a hablar con muchas personas sensitivas, mediums, etc. Lo cual no es muy práctico y según como tampoco conoceremos a muchas. Lo importante es saber que lo que nos dirán probablemente no nos dé toda la información que queríamos saber pero sí una parte. Y eso es más que nada. Usar eso aunque no lo sepamos absolutamente todo es algo a tener en cuenta. Es importante no querer saberlo todo porque va a ser imposible pero sí entender lo más básico.
Es probable que cuando percibes algo es porque se están intentando comunicar con nosotros, de la manera que pueden hacerlo.
Siempre te dicen que has de seguir adelante. Cuando han pasado unos meses te dicen que no puede ser que sigas así, que has de seguir adelante. Pero el tiempo que cada cual necesita es relativo y sientes que jamás vas a poder superarlo. Te sientes incomprendid@ porque te sientes presionad@ por tu entorno y por ti mism@. Quieres dejar de sufrir, quieres despertar y que nada de eso haya sucedido; que tu ser querido siga a tu lado, que esté bien. Pero no es así y lo sabes aunque a ratos te gustaría negarlo. Nos sentimos perdidos, no sabemos como gestionar tantas emociones que han aparecido de golpe. Nos hemos perdido con la pérdida. Y ahora nos toca reinventarnos porque se ha de empezar a vivir con esa falta, pero poco a poco.
Es básico el apoyo del entorno o de alguien con quien podamos hablar y que nos ayude, ya sea familiar, conocido o profesional. A veces en estos momentos aparecen personas con las que no teníamos relación previa pero se acercan a ayudar y en algunos casos, misteriosamente pueden ser los que más nos acaben comprendiendo. Toda pérdida conlleva en sí cambios y con los cambios se pierden cosas que teníamos y aparecen otras nuevas. Con el paso del tiempo seremos conscientes de ellas. Pero en los primeros momentos no seremos conscientes de todo ello.
Aunque te repitan que has de seguir adelante, lo cierto es que ya lo estás haciendo por mucho que te insistan… sigues aquí, ¿verdad? y luchando cada día, sobreviviendo. Haces todo lo que puedes porque lo cierto es que por un motivo o por otro sabes que has de hacerlo. Con el tiempo y con mucha ayuda todo se irá suavizando un poco. Recuerda seguir tu ritmo y no sentir culpa a pesar de que puedan ser insistentes en tu entorno con determinados comentarios.
El duelo es la respuesta emocional de una persona ante la experiencia de una pérdida. El luto es el proceso de adaptarse a la vida después de una pérdida. Se ve influenciado por la sociedad, cultura y religión de la persona. El pesar es el estado de haber experimentado una pérdida.
Esta es la definición que todos podemos encontrar en internet. Es el concepto que tenemos de este proceso. Pero a pesar de que la idea está clara y que todos lo entendemos, no siempre sabemos estar al lado de la persona que lo está viviendo y ser los mejores acompañantes en este proceso.
Se habla de las fases del duelo, nos podemos poner en el lugar del «doliente» pero lo cierto es que a la mínima, intentamos escapar. Estar al lado del que sufre acaba siendo una «tarea» de los familiares más cercanos y en todo caso del psicólogo o terapeuta «seleccionado» para dicha misión.
Pero, ¿qué pasa cuando el doliente busca otro tipo de respuestas? Cuando ha fallecido un ser querido, a menudo entre las fases del duelo se suceden una serie de percepciones que se aceran a lo mágico y misterioso y que necesitan comentar con alguien sin ser tratados como locos. También se requiere una dosis de paciencia y comprensión importantes ya que están viviendo una situación de tremendo sufrimiento que normalmente solo es comprensible por alguien que ha pasado por el mismo proceso. Y aún así, no todos lo viven de la misma manera ni buscan el mismo tipo de respuesta.
Es importante que el doliente tenga la posibilidad de expresar todo lo que siente y pueda preguntar sobre cualquier duda sin temer por la opinión que se pueda tener de él o ella.
Hace tiempo que me di cuenta de que el mundo es mucho más que lo que vemos con los ojos. Es mucho más que lo que podemos tocar, oler y oír. No quería aceptarlo, no era consciente de ello pero alguien a quien conocí por internet le pareció que yo era sensitiva, o como me dijo entonces: tenía un don. Quiso conocerme en persona para confirmarlo y así fue. Yo lo tomé como una excusa para quedar pero lo cierto es que me dijo: efectivamente lo tienes, pero si no lo aceptas vas a enfermar por ello. Y desapareció de mi vida. Lo que no lo hizo fue esa frase en forma de sentencia que he recordado tantísimas veces.
La vida da muchas vueltas. Es algo que siempre digo. Y entre vuelta y vuelta van sucediendo cosas que pasas por alto y otras que se te van quedando gravadas. La sensación es la de resistirte a algo hacia lo que alguien te empuja pero por mucho que te resistas, te van a llevar hasta allí. Lo que sucede es que tardarás más tiempo, darás más vueltas, te sucederán cosas que no entiendes… pero al final te harán llegar a donde querían que llegaras. Vaya, que si tu destino es ese, por mucho que te resistas, lo va a ser, de una manera más fluida o más brusca y dura. La mía fue de esta segunda manera…Quien me mandaría resistirme.
Lo cierto es que una vez llegados al punto de aceptar lo inevitable, parece que todo empieza a tener sentido. Cosas que no entendías tienen una explicación y a partir de ahí has de batallar en solitario con un cúmulo de cosas. No es un camino fácil pero a veces es muy gratificante. Es algo cansado y a menudo doloroso y molesto pero no sirve de nada negarlo.
Así pues, empecé a decir lo que percibía y sentía a mucha gente y… ¡¡tachán!! Resultó tener mucho sentido. Hasta cosas que me parecían incongruentes, para la persona que recibía el mensaje, era algo significativo. Empecé a formarme a través de cursos, lecturas, práctica y sobretodo mucha práctica. Me alegra saber que hay un grupo de personas a las que puedo recurrir y que recurren a mí, si nos necesitamos, porque no hay que olvidar que dones tenemos todos pero no todos son iguales.
Estaría bien que en este punto hicieses un ejercicio y en una hoja y sin mucho pensar escribieras lo que se te ocurra al pensar en cuál es tu don. Entre ellos seguro que encontrarás aquella fortaleza o habilidad que te caracteriza. Una manera de detectarla es haciendo memoria de cosas que te han dicho a lo largo de los años y analizar si te encaja. En mi caso, por ejemplo, siempre me han dicho que tengo una voz que transmite calma y eso es algo que a mi no me lo parece pero me lo han dicho tantísimas veces que quizás forme parte de ese don principal. Y es por ello, por lo que en estos tiempos de tantas emociones alteradas, tantas tensiones, nervios, insomnio, etc. me planteo hacer unos audios para ayudar a dormir y a relajarse. Es decir: algo que siempre me han dicho como una virtud, ahora se puede convertir en una herramienta de ayuda. Y lo mejor de los dones es emplearlos para cosas positivas.
Me gustaría que investigaras sobre tu don y que entre todos pongamos un granito de arena para lograr algo bueno en estos momentos tan difíciles para mucha gente.